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CHRONIQUES TANGEROISES
CRONICAS TANGERINAS
MI BARRIO(Por Germán Gumpert - 06/2002) |
Cada vez que visito Tánger, tengo la necesidad
imperiosa de presentarme en mi barrio. Y la verdad, me resulta triste,
penoso y hasta angustioso pasar por él. Y digo bien, "mi barrio" porque
es mío, como el pensamiento, como los recuerdos, casi todos buenos, yo
diría que los mejores de mi vida, porque los malos los he desechados y
abandonados al olvido y, a pesar de todo el cariño que tengo por él, he
decidido y comprendido que la casa donde nací ya no es mi casa, que la
calle donde viví ya no es mi calle, que este barrio al que tanto amé ya
no es mi barrio, y que esta ciudad, por la que soy y me considero
tangerino, no es ya tampoco la mía. Pero lo que no sé todavía, es desde
cuando dejó de pertenecerme ni puedo precisar cuándo la perdí. Y
aún así, cada vez que bajo las escaleras para entrar en mi barrio, con
aquella barandilla de hierro negro del Dr. Mauchamps, junto a "mi
iglesia" del Sagrado Corazón de Jesús, el corazón comienza a latir más
fuertemente, reviviendo, sin quererlo, escenas de mi pasada infancia que
afloran con una facilidad inaudita casi sin proponérmelo. A la
izquierda la Calle Galvani, y la primera casa de la familia Mancebo.
Bajando a la derecha la tienda de Ortego. A continuación la Calle Benito
Pérez Galdós donde vivían, entre otros, la familia Aguirre, Becerra,
Serra etc… Siempre me pregunté ¿por qué le pusieron nombre de escritor a
esta calle, mientras que a todas las demás les fueron aplicando nombres
de los físicos más importantes del mundo? Más abajo la casa de Vallejo, Testuvide, Reguera el practicante, que visitaba desgraciadamente demasiado a menudo mi casa. La fuente, aquella fuente, o la
"pompa" como le llamaban algunos, de interminables colas matinales de
acarreadoras de agua. ¡Ay mi fuente! que saciaba la sed de medio barrio
con tu agua, de agua fresca, purificadora y saciadora. Qué fue de tí,
hoy llena de agujeros a tu alrededor. Bajando las escaleras de la
Calle Galvani, nos encontrábamos a la izquierda con el patio donde
vivía la familia Cruz, Polo, Pepurri…a continuación la Calle Newton, de
las familias, Escalona, Segovia, Vallejo, Soto, Marco etc… Más abajo la familia Larruscain, Matías el zapatero, Gallego, Méndez y Menéndez, Moñino, Abreu… Y así podríamos continuar hasta rememorar todas sus calles, Carlos Marco, Ampere, Volta etc… la escuela de Ortá, el patio Marfé y el Blanché, y todas sus casas y todos sus vecinos que al final fueron parte de nuestra infancia, de nuestras vidas y que por más que queramos y por muy bien que vivamos en España o donde viva cualquier tangerino siempre recordaremos con añoranza a nuestro barrio. |
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